Y ahí viene septiembre...

Y AHÍ VIENE SEPTIEMBRE...

Era sábado 26 de septiembre de 1987 cuando nací. Mis padres me habían esperado con mucha ansiedad luego que ese mismo día, pero de un año antes, perdían a su primer bebé. Me llamaron como la mejor amiga de mi mamá y se llenaron de expectativas con mi pequeña existencia. 

Cuando festejé mi primer cumpleaños fue ahí donde la maldición que ha prevalecido toda mi vida comenzó. Desde mi cumpleaños número 1, hasta mi cumpleaños 25 que fue el año pasado todos los meses de septiembre -todos y cada uno- me han sucedido cosas malas; desde fiebres muy molestas (como ocurrió cuando cumplí un añito de vida. ¿Cómo se eso? se preguntarán, pues por las fotos que mi mamá guardó de aquel día y en la que salgo con mi semblante triste sentada al lado de mi pastel y regalos), infecciones y malestares, hasta problemas escolares y laborales.

Así es, toda mi vida me han sucedido cosas nefastas justo en el mes en que cumplo años, que además es mi mes favorito por el hermoso clima otoñal que se comienza a disfrutar. Ya sea días antes, después, o incluso el día de mi cumpleaños, SIEMPRE me pasa algo. No puedo ser como las demás personas que aman festejar su cumpleaños y que disfrutan la cuentan regresiva hasta el día festivo, no, a mí me da MIEDO cumplir años por las cosas que me han sucedido en cada mes septembrino que me ha tocado vivir. Les platicaría mis desventuras pero es un tema un tanto deprimente.

Nunca he logrado escaparme de esa mala vibra por lo que cada vez que Septiembre llega, la verdad me pone muy nerviosa. Es como si una amenaza estuviera a punto de cumplirse, como si una neblina tóxica y letal se estuviera acercando silenciosamente hasta dar conmigo, cual profecía de película de terror. Así me siento cuando llega septiembre.

Este año voy a cumplir 26. En un año he crecido mucho laboralmente y como persona y siento que seguiré mejorando en oros ámbitos de mi vida, es por eso que este año haré todo lo posible por romper con esa maldición que me ha seguido toda mi vida (literalmente) y haré todo lo posible por hacer de este mes que está a punto de comenzar un mes hermoso lleno de gratos momentos. es por eso que para cortar el listón inaugural de Septiembre me decidí a participar en algo diferente, totalmente nuevo para mi pero que estoy dispuesta a hacer con muchas ganas: 

Me inscribí en la carrera Coloréate 5K que se llevará a cabo en mi ciudad el 1 de Septiembre

Wow, una carrera!! Ni yo me la creo, sobre todo porque la palabra "carrera" no entra en mi amplísimo vocabulario. Sí, sólo son 5 kilómetros, pero para mí, una persona que no corre ni por su propia vida es DEMASIADO. 

La carrera consta en correr 5 kilómetros mientras te bañan en pintura de colores y varios dj´s tocan su música a lo largo del trayecto. No sé cuáles son los premios pero no importa, lo que quiero es participar en una experiencia nueva y ya, y qué mejor forma de abrir el mes que con esto.

¿Cómo la ven, mis hermosos Jugoazuleños? ¿Qué tal mi forma de romper con esta maldición que llevo cargando más de dos décadas cual princesa encantada por la bruja mala?

A mantener el optimismo y a esperar las cosas buenas venideras de este mes y de esta nueva etapa.

 Bienvenido Septiembre. Ya te extrañaba.

SAKI

Mi sueño bizarro con escaleras

Mi sueño bizarro con escaleras 

 

¡¡Hola!!



¡Les deseo un hermoso y caluroso ombligo de semana!



Sinceramente hoy no sabia que platicarles y la desmesurada platica de mi madre no ayuda mucho a mi imaginación así que les platicare del sueño inconcluso que tuve el fin de semana.





Mi sueño comienza así…




Era yo misma a la edad de 6 años aproximadamente, nos llevaban a todo el grupo de la primaria a la entrada de un popular centro comercial de mi ciudad.

Una de mis mejores amigas de aquel entonces (también la soñé niña) me decía que yo era la ultima y que nos tendríamos que apurar porque “la carrera” ya había comenzado. Al estar al frente de las escaleras comencé a correr para recorrerlas. 

Una escalera era de mármol, otra de cerámica blanca, otra de cerámica beige, otra de cemento, otra de madera, etc.  Las escaleras eran como las que hay en las escuelas, que son un tipo “caracol” sofisticado ya que son amplias, pero a la vez no alcanzaba a ver de qué material era la escalera que seguía. 

Una de las escaleras es tipo rampa, pero como es de cemento no tengo ningún problema recorriéndola. La siguiente es de vidrio transparente, y mi competidor del frente (del cual no alcanzo a reconocer) vacía una botella de agua lo cual hace que la rampa se ponga resbaladiza.

Me impulso un par de veces resbalándome sin lograr llegar a la parte plana intermedia. En eso llegan mi amiga y otros compañeros a los que ya había dejado atrás (ya tengo unos 10 años aproximadamente) y entre dos de ellos me ayudan haciendo una torre humana con la que logro llegar a la parte media.

Me sostuve con mi brazo derecho al pasamanos y con mi brazo izquierdo comienzo a jalar a mis compañeros para ayudarlos a subir, pero en eso se asoma una de las maestras y me dice que no puedo hacer eso porque es trampa.  Me escondo y quedo un momento esperando que la maestra se vaya para ayudarlos a subir, pero parece que se quedara ahí toda la carrera así que decido abandonarlos porque tengo que seguir la carrera.

Sigo subiendo todos los tipos de escaleras, hay unas con cuadros de pintores famosos, otros tipo “Starbucks” (no porque tuviera café, sino por el tipo de decoración y tenia los mismos sillones), otro con una fuente enmedio, otras con una ostentidad increíble, ¡en fin! Nunca se cabe como será la próxima escalera, pero sin importar el tipo de escalera que siga yo sigo corriendo hacia la meta (que no se donde esta, pero se que estará donde finalicen las escaleras).

Ahora me encuentro con una escalera hecha de piedra lo cual hace que los escalones sean irregulares y en lugar de correr los recorro caminando. A lo largo de las escaleras sigo creciendo y en este momento tengo 14 años y me encuentro a uno de mis compañeros de secundaria.

Al verlo, le pregunto ¿Qué haces aquí?  A lo que el responde – “En la carrera, ¿y tu?”. Me río, le digo “también” y sigo mi camino subiendo la escalera lo más rápido posible.

Cuando llevo iba llegando al final de la escalera de piedra… … …

¡¡Me despertaron los malditos perros de mi vecino!! Aaaaagggrrhhhh!!!

Es muy raro que yo recuerde un sueño y jamás me había soñado a mi misma como niña y mucho menos creciendo.

Según mi búsqueda en Google cada una de las cosas significa:

Soñar que algo está brotando o creciendo, significa que está madurando y creciendo en todos los sentidos: intelectual y espiritualmente.

Soñar con subir, indica arrojo, valentía y capacidad de lucha que te llevará a conseguir logros personales importantes.

Soñarse corriendo en compañía de amigos o competidores es signo de que lucha por el auto superación.

Soñarse escalando una pendiente indica que debe realizar un esfuerzo mayor a fin de lograr sus objetivos. Cuanto más arriba se llegue en el sueño, mayores serán las probabilidades de triunfo.

Soñar escaleras señoriales y de gran lujo es una invitación a trabajar arduamente para ser digno de usarlas como propias.

Soñar con una escalera significa que estamos viviendo una época de cambios. Si subimos, son cambios que mejorarán nuestra situación actual.

Si es una escalera amplia y que resulta cómoda de subir, es que las cosas se nos presentan fáciles. Si es una escalera enrevesada y sentimos angustia, es que las complicaciones van creciendo por momentos y eso nos está creando mucha tensión.

Me hubiera encantado seguir soñando para ver si bajaba las escaleras, si llegaba a la meta, si seguía creciendo hasta pasar por todas las etapas de mi vida hasta la actualidad, si lograba ganar la carrera, etc.

¿Alguna vez has soñado algo tan raro como lo mío?

Que crees que signifique lo que he soñado, ¿acaso será mi transformación de adultescente a adulto maduro? ¿O simplemente he pasado a una nueva etapa espiritual de mi vida?

Si sabes algo de los sueños o eres bueno/a interpretándolos dime que sucedió, o si en algún momento terminare ese sueño que por ruidos se interrumpió repentinamente.

Que tengas un lindo ombligo de semana y recuerda:

" La vida es como una escalera: si miras hacia arriba siempre verás a gente en mejor posición que tú, pero si miras hacia abajo verás muchísima gente queriendo estar en tu lugar".

★ ★ ★     NoyAhoy   ★ ★ ★