martes, 29 de enero de 2013

3-2011

 
 
A veces quiero tener tus ojos para ver la belleza de tu mundo,
pero el café de la sangre me mantiene despierta y las lágrimas me queman la cara.
 
Ya no sé qué me mata más,
la dulzura de tu indiferencia,
la acidez de tu amor
o la desesperación de tu abandono;
ese que deja una estela de llagas en el cielo y que te rehusas si quiera a mirar.
 
No, el veneno de la esperanza es lo que despedaza el alma.
...maldita esperanza que se burla de mis utopías y se alimenta de ellas para luego estrellarlas en el concreto de la realidad.
 
Solamente puedo ver como se moja la punta del dedo, toma cada trozo de cristal y se lo lleva a los labios con sonrisa de
asqueroso triunfo.
 
-Saki


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