martes, 8 de enero de 2013

Propósitos, propósitos.


En esta hermosa mañana lluviosa del martes de mi primera entrada voy a hablar de un tema que es por demás conocido en esta época del año: los propósitos de año nuevo.

Desde tiempos inmemorables las personas se plantean propósitos al iniciar cada año tales como hacer ejercicio, bajar de peso, dejar de fumar/beber, ahorrar, viajar, formar una familia y más propósitos más o menos populares y trillados que estos.

Queda más que claro que los propósitos del año nuevo tienen como fin hacernos mejores como personas, lograr metas y objetivos que nos llenarán de orgullo y felicidad o que incluso mejorarán nuestra calidad de vida. Sí, está más que bien querer ser mejores en todos los sentidos de nuestras vidas pero ¿por qué empezar a hacerlo a partir de año nuevo? ¿o porqué esperar hasta que llegue el año nuevo para plantearnos nuestras metas?  ¿Porqué esperar? ¿es solamente para decir que llevamos un año trabajando en nuestro objetivo?.

 Cada día es una oportunidad nueva para decidirnos a ser mejores, para realizar nuestros planes y sueños, para ir en busca de ese empleo mejor que tanto nos ha picoteado la cabeza desde que el anterior o  el actual nos dejó de satisfacer; para comenzar a ahorrar para ese viaje tan soñado y ya no conformarnos con verlo en documentales en la tele;  para llenarnos de gozo al inscribirnos en esas clases de baile que tanto queremos en lugar de seguir bailando en la sala a escondidas;  para realmente hacer el intento de bajar de peso y vivir una vida saludable y dejar de lastimarnos con rutinas deprimentes que sólo nos perjudican; para decirle a esa persona que tanto queremos, eso mismo, que la queremos y que estamos listos para iniciar una vida juntos…

Ya sé que esto se escucha muy Zen. Ya sé que todo esto se dice fácil. Ya sé que soñar no cuesta nada. Ya sé que todo conlleva gran esfuerzo y un sin número de sacrificios, pero quiero que recuerdes que sí se puede lograr todo, ¿cómo? Comenzando con metas pequeñas, alcanzables a pequeño o mediano plazo que poco a poco te puedan ir acercando a la meta que quieres. Ahorra, practica un ejercicio o disciplina que realmente te guste,  haz a un lado la comida que te hace daño, envía ese currículum que tanto trabajo te ha costado formar, apóyate en amigos y familiares para que te mantengas motivado, etc. y no te rindas nunca, jamás, ni cuando el trayecto se ponga más complicado, ni cuando sientas que no tiene caso seguir porque es cuando más fuerza se debe tener. Verás que al pasar ese obstáculo y ver hacia atrás te darás cuenta que todo ha valido la pena (incluyendo lo más pesado, lo más horrible del camino)…y reirás, ¡ja! Créeme, lo digo por experiencia.

Todo es cuestión de decidirse a empezar y con qué empezar; de dejarse de cuestionamientos tontos y sin sentido, de deshacerse del miedo y gritarle a la desidia  “¡Sal de mi vida, estúpida!” y luego, ya por fin, dar el primer paso.
 

Hoy hace una semana empezó el 2013. Nos quedan 357 oportunidades y yo ya las estoy tomando.

 ¿Y tú? :D


Saki

3 comentarios:

  1. Jmm
    Lo mismo pienso cada que escucho: "¡El LUNES empiezo la dieta!" o como dices, "¡El año que viene...!"
    Usualmente en mi casa eso sucede más o menos frecuentemente y siempre les reclamo lo mismo: "¿Para qué andan diciendo que el lunes o que mañana? ¡De una vez!"

    Es un placebo que nos aplicamos automáticamente siempre... "Mañana hago esto..." "Luego cuando tenga tiempo..." "Cuando junte el dinero..."
    Pero en sí, es sólo decidia y una manera de evitar el problema. Debo admitir que yo también tengo algunos asuntos sin resolver y que hace más de un año había prometido atender, pero como no es algo que me apure y el factor económico en realidad si es una presión efectiva... xD

    Pero pues bueno... En lo personal estoy en contra de los deseos de año nuevo... Usualmente caen en lo vano... Salud, dinero... No son cosas que sólo por desearlas van a ocurrir, o que al consumir una uva al compás de las campanadas de un reloj vayan a ser un hecho. La vida con todo y sus casualidades las forjamos nosotros mismos y tenemos la capacidad de moldearlas para satisfacer nuestras necesidades, siempre y cuando seamos realistas...

    Hay que luchar por los sueños y los deseos. No hay que depositar todas nuestras esperanzas en esas 12 campanadas; el aerolito que ilumina el obscuro firmamento por un breve instante, pero inflama nuestra ilusión; la fuente o el pozo que secuestra nuestras monedas, hasta que alguien menos iluso y más oportunista llega a tomar esos deseos desde sus profundidades... y tantos otros "métodos"...

    ResponderEliminar
  2. Así es, tienes toda la razón. Todo lo que se postpone es por decidia y porque no ponemos de nuestra parte para realmente trabajar en nuestros objetivos. Sólo es cuestión de decidirse a empezar.

    Muchas gracias por tu comentario. Esperamos verte más seguido por el blog!! :D

    ResponderEliminar
  3. Yo por eso digo "lo que no puedo hacer mañana, tampoco lo voy a hacer hoy" XD

    ResponderEliminar