Wes Moore apareció en el periódico de su ciudad natal, The Baltimore Sun, hace diez años gracias a sus logros académicos. Por la misma época, encontró una nota sobre el robo en una joyería, donde un oficial, padre de cinco niños, había muerto. Después leyó que uno de los declarados culpables de ese crimen se llamaba igual que él.
Mientras que el 'primer' Wes Moore, se convirtió en un veterano de combate en Afganistán y becario en la Casa Blanca, Wes Moore, el delincuente convicto, fue sentenciado a cadena perpetua. Su intercambio de cartas y las visitas a prisión inspiraron el libro El otro Wes Moore, que saldrá en pocas semanas.
"El nombre fue lo primero que me motivó”, dijo Moore, de 31 años, con respecto a lo que lo inspiró a relacionarse con el preso.
Es frecuente que las personas se hagan preguntas sobre cómo es la vida de otros que llevan el mismo nombre.
Los nombres se están volviendo cada vez más diversos en Estados Unidos. Cleveland Evans, ex presidente de la Sociedad de Nombres de Estados Unidos, dice que cada vez más padres buscan nombres distintivos por todo tipo de razones, desde rendir algún tributo a la etnicidad de sus hijos hasta para darles un legado único en Google.
“Quieren que sus hijos tengan algo inspirador y puro”, dijo Michael Campbell, dueño de Behindthename.com, un sitio web que contiene el significado de 16,000 nombres.
Los padres dedican cada vez más tiempo a encontrar el nombre de sus hijos, dijo Laura Wattenberg, autora del libro y blog BabyNameWizard.com. Las posibilidades son infinitas, y ni siquiera los expertos como Evans pueden indicar la cifra exacta de nombres en Estados Unidos.
En décadas recientes, Wattenberg dijo que los nombres populares para bebés se vuelven una fracción más pequeña de las elecciones que los padres toman sobre sus hijos.
La Dirección de Seguridad Social (SSA, por sus siglas en inglés) anunció este mes que Isabella es el nombre más popular para niñas en Estados Unidos. Pero incluso el nombre más popular representa sólo la mitad del número de bebés llamados Mary, cuando era el nombre más popular en la década de los sesenta.
La SSA, que comenzó a documentar la popularidad de los nombres en 1997, sólo lleva registro de los mil nombres más populares cada año.
Durante la década de 1960, de fuertes cambios políticos y sociales, el número de nombres utilizados creció, según varios expertos. Más estadounidenses comenzaron a rechazar la conformidad y mostraron más aprecio por el individualismo.
"Nadie quiere que sus hijos sean del montón”, dijo Wattenberg. “Quieren que sobresalgan”.
Un nombre inusual que recientemente entró a la lista de los mil nombres más populares de la SSA es Nevaeh, que en inglés es “cielo” escrito al revés. Otros nombres poco comunes para bebés incluyen nombres de lugares, como Brooklyn o Memphis.
Celebridades y etnicidad
Algunas celebridades están ejemplificando esta tendencia. La actriz Gwyneth Paltrow provocó controversia cuando decidió llamar a su hija Apple (manzana) en 2004.
Cuando Angelina Jolie llamó a sus hijos Shiloh y Maddox, los expertos en nombres predijeron que ganarían popularidad en pocos años. Maddox ya experimentó la fama, pues se encuentra en la posición 180 de la lista de la SSA este año.
Los padres pueden ser influenciados por Hollywood, dijo Michael J. Astrue, comisionado de la SSA. Él cree que el nombre Isabella llegó a la cima por la serie de películas Crepúsculo, donde la heroína se llama Bella. Astrue también especuló que el nombre Lindsay cayó del puesto 381 al 524 en 2009 por los problemas legales de la actriz Lindsey Lohan.
Los inmigrantes que llegan a Estados Unidos suelen adoptar nombres más estadounidenses. Los inmigrantes italianos, durante la primera mitad del siglo XX, solían abandonar las últimas vocales de sus nombres para que su pronunciación fuera más inglesa.
Ahora, los nombres que suenan más étnicos están de vuelta. Algunos expertos en nombres han dicho que hay un auge en nombres como Barack, inspirado en el nombre del presidente de Estados Unidos.
Los padres de familias de inmigrantes pueden dar a sus hijos un nombre étnico para mantener un lazo con su cultura, dijo Hannah Emery, estudiante graduada en Sociología por la Universidad de California-Berkeley, quien ahora estudia tendencias en los nombres.
Señaló que las parejas interraciales y multiculturales son más cuidadosas con los nombres que eligen para sus hijos porque quieren que el nombre refleje sus distintos antecedentes étnicos.
Las consecuencias de los nombres
¿Por qué tanto alboroto por elegir un nombre?
Según varios estudios académicos, un nombre puede tener consecuencias en la vida laboral de una persona, en su lugar de residencia e incluso en sus calificaciones.
La Universidad de Chicago creó uno de los estudios más famosos al respecto en 2003. Los profesores indicaron que los niños con nombres que sonaban a 'raza negra', como Lakisha y Jamal, tenían 50% menos posibilidades de recibir una llamada telefónica para asistir a una entrevista de trabajo, en comparación con los nombres de 'raza blanca', como Emily o Greg.
Brett Pelham, psicólogo en la Universidad de Búfalo en Nueva York, descubrió que los nombres pueden tener un impacto en el lugar donde la gente decide vivir. Las mujeres llamadas Georgia y Virginia tenían 44% más de posibilidades de mudarse a los estados que llevan su mismo nombre, según su investigación.
Pelham atribuye el fenómeno de los nombres a “una presunción implícita”, es decir, la idea de que la gente selecciona cosas, lugares y otras personas similares a ellos de forma inconsciente.
El nombre también puede tener un impacto en los logros académicos, dijeron los profesores Leif Nelson, ahora en la Universidad de California-Berkeley, y Joseph Simmons, de la Universidad de Yale, en su estudio de 2007.
Después de analizar calificaciones, descubrieron que los alumnos con nombres que comenzaban con las letras C o D tenían calificaciones más bajas que aquellos alumnos cuyos nombres comenzaban con la letra A o B. Los estudios no son absolutos, pero algo es seguro: un nombre no es sólo un nombre.
"Es una decisión a la que la gente realmente le invierte tiempo y esfuerzo”, dijo June Rifkin, autora de The Everything Baby Names Book, una compilación de nombres de bebés que salió al mercado en 2006.
“No creo que sea una decisión al azar. Se pone
mucho en consideración porque el niño cargará con ese nombre el resto de
su vida”.
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