miércoles, 4 de diciembre de 2013

Como saber si mi novia o esposa esta enojada conmigo

Hola queridisimos Jugo-Azuleños.

Aqui casual escribiendo una entrada que a cualquier hombre le sera util ;)




Pruebas irrefutables de que has hecho algo.
 
-          Tu chica contesta con monosílabos (y no es porque esté viendo el número de Vanity Fair con Velencoso desnudo)
-          Tu chica se ha cargado “sin querer” tu camiseta preferida con la plancha.
-          Le preguntas qué le pasa y te contesta escuetamente “nada”. Sin duda: algo estas haciendo!!
-          De pronto tú comes acelgas hervidas para desayunar, comer, merendar y cenar. O la has armado muy parda o teme morir aplastada cada vez que hacéis el misionero. Una de dos.
-          Cuando te acercas en la cama para tratar de seducirla con la sofisticada técnica del “agarramiento de bubi” ella te da un codazo en la cara.
-          Murmura entre dientes a lo “maldición gitana” cuando no estás en la misma habitación que ella, pero cuando vas, se calla.
-          Al entrar en casa hay tanta electricidad en el ambiente que el pelo se te pone de punta y el Iphone se te pega al techo. Mal asunto.




Cosas que has podido hacer mal.

-          Aprovechar la fecha de su aniversario para hacer una barbacoa con tus amigos en otra ciudad y “tener el detalle” de llamarla para felicitarla en estado total de embriaguez y con un coro de voces masculinas que gritan obscenidades.
-          Elegir el fútbol antes que la chica. Ve comprándote un balón y haciéndole un amoroso agujero, porque me parece que va a ser tu próximo amante.
-          Contarle a todos tus amigos que tu novia se tira unos pedos que podrían fundir los polos. Tu novia es perfecta y si no lo es, te lo callas. Si no, siéntate y disfruta viendo cómo ella cuenta en la primera reunión social que se tercie que una vez te cagaste encima.
-          Olvidarte de su cumpleaños, de su aniversario o de X celebración que implique hacerle un regalo. Y no lo intentes arreglar escribiendo “Vale por un regalo para la novia más maravillosa del mundo” en una servilleta del bar en el que estabas cuando te acordaste. Mejor prepara la cartera…
-          Comprarle un regalo que no tiene absolutamente nada que ver con sus gustos, sus recuerdos o sus aspiraciones. Con eso quiero decir: pregúntale a su mejor amiga, a su madre o, mejor, atiende cuando habla.
-          Ponerte ciego y decirle a una amiga suya que tiene dos melones como sandías sin pepitas. O lanzar comentarios del tipo: “Pues a tu amiga Pepita yo me la calzaba pero bien. Tiene las tetitas como dos peritas de agua. Me las iba a comer yo en macedonia.” Si dices esto último, lo que tú eres tiene un nombre y empieza por Sub y acaba en Normal. ¡A la hoguera contigo, hombre!
-          Ha estado enferma y te has pasado parte de la convalecencia quejándote de tener que “ayudarla para todo” y diciendo “joder, qué asco.”




Cómo solucionarlo:

-          Sexo oral unidireccional y sin obligación/necesidad de respuesta por su parte. Tú a ella, por si quedaba alguna duda.
-          Llega a casa después del trabajo y se encuentra con que la recibes con una sonrisa, la bañera preparada (y caliente, por el amor de Dios) rodeada de velas (lejos de las cortinas) y una copa. Si lo acompañas con un “he preparado algo para ti. Tómate el tiempo que necesites…” seguramente termines dentro de la bañera y… contento. Así somos nosotras.
-          Soborno de cualquier tipo. Y piensa que la profundidad de tu metedura de pata es proporcional a la cantidad de pasta que vas a tener que gastar para que la olvide.
-          “Cariño, he pensado que este fin de semana podíamos escaparnos de todo e irnos a ese hotelito que me comentaste. Yo invito. A la vuelta, si quieres, podemos comer en casa de tu madre.” ¿Ves qué fácil, coqueto?
-          Dulces (cuidado si está a dieta, porque puede reaccionar bien o arrancarte la cabeza y comérsela). Si sonríe pero te dice “ay, es que no debo, que estoy a plan” tú le respondes con un “el único plan que quiero que tengas es pasar la vida conmigo”.


Y chicas jugo-azuleñas: perdonen esos pequeños pecadillos… en el fondo son buenos chicos que, a su manera, suelen esforzarse. Pero nunca perdonen la humillación, el control, la violencia verbal o física y los celos desmedidos, porque no los merecen. Nadie los merece bajo ningún concepto.



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