miércoles, 11 de diciembre de 2013

Las supersticiones navideñas más comunes

 

La Navidad: una época de rituales 

 

 


Derramar la sal, cruzarse un gato negro, romper un espejo, abrir un paraguas dentro de un sitio cerrado… ¿Te suenan? Estas supersticiones ya forman parte de nuestra vida diaria. Pero si hay un momento en el que las cumplimos a rajatabla es en esas fechas señaladas que pueden suponer un gran cambio en nuestras vidas. Un acto importante, por ejemplo, es una boda: el novio no ve el vestido de su prometida hasta la celebración, la novia lleva algo azul…

Las supersticiones también se multiplican en Navidad, ya que se trata de una época en la que las personas quieren evitar la mala suerte para hacer que el año que venga sea mucho mejor que el anterior.
 
 Y es que, ¿por qué se dice, por ejemplo, que estrenar unos zapatos en Navidad es sinónimo de buena suerte?



Por una Nochevieja afortunada

 
 Las supersticiones más comunes son las del día de fin de año.
 
 El ritual por excelencia es el de comer las 12 uvas de la suerte mientras se lleva puesta la ropa interior roja (¡si es regalada mejor, más suerte traerá en el amor!). 
También es muy extendida la creencia de dar el primer paso del año (¡justo después de finalizar las campanas!) con el pie derecho, y la de brindar con una joya de oro dentro de la copa con champán para no tener problemas económicos.

Antes de la cena, algunas personas escriben en un papel tres deseos para el año nuevo.
Después lo doblan, lo dejan pegado a la piel durante toda la cena y lo queman cuando ya es año nuevo, ¡se dice que este ritual trae mucha suerte!

Otras dos supersticiones son, por ejemplo, subirse a una escalera o a una silla alta y sacar una maleta a la puerta de casa una vez pasadas las doce de la noche. La primera se hace para que el año próximo tu vida vaya en ascenso en el sentido positivo, ¡y la segunda para augurarte un año lleno de viajes!

 
 
 

Los rituales, un invitado más en la mesa

 
Un aspecto a tener en cuenta es el del comportamiento que se debe tener en las comidas y las cenas (o, en muchos casos, ¡las grandes comilonas!). En la mesa, se dice que da mala suerte que haya un número impar de personas. Como esta superstición es difícil de cumplir, sobre todo si tu familia es impar, para compensar se puede poner un cuenco o una tetera de miel en el centro de la mesa. Además, no se debe cenar de espaldas a la puerta de la casa y todos los miembros, una vez finalizada la comida, deben levantarse a la vez. ¡Y cuidado! Prohibido decir “me he quedado con hambre”, ¡trae mala suerte!

Por último, cabe destacar que si quieres gozar de una salud de hierro en el año que entra, debes comer una manzana el día de Nochebuena. Por lo menos pasarás un rato divertido, porque ya se sabe lo que se dice… ¡Más vale prevenir que curar!
 
 
¿Que les parece Jugo-azuleños?
¿Ustedes cuales llevan a cabo?
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario