domingo, 12 de mayo de 2013

El banquete de los solitarios

-Capítulo 11-



Esteban salió un momento a la recoger una documentación faltante de la casa, entregaría todos los papeles correspondientes a sus supuestos primos.

Mientras tanto, en el patio trasero de la antigua casa se encontraban conversando Fernando y Filemón. 
El primero declaró -algo no está bien...creo que el sabe lo de los yacimiento de plata-ambos guardaron silencio unos segundos-.

Filemón empezó a sentir un hormigueo en las manos y una inquietud en general -no, noo, no, no puede sabotear nuestros planes, ¿qué tal, que hace que no le interesa nada referente a la casa y las propiedades? y en realidad es todo un engaño, en lo que trae más personas para que nos hechen de aquí, esto no me gusta-.

-Ahí que deshacernos de él -puntualizó Fernando- en todo caso, no sería el primero.

Era ridículo pensar eso, Esteban no tenía idea de que en las tierras de su tío hubiera algo más que una simple construcción. No tenía idea de nada, ni tampoco tampoco sabía el peligro que representaban estos dos sujetos, llenos de avaricia y mentes trastornadas.

Ya eran más de las cinco de la tarde, para esa hora Esteban ya tenía su maleta preparada, así como los como todos los papeles en regla que iba a entregar. Se encontraría con Florencia en el mismo lugar de siempre, en la plaza, donde se conocieron la primera vez. Le contaría su plan, no tenía duda que accedería a la idea, hablaría con sus padres o con quien fuera necesario, estaba tranquilo, todo saldría bien.

Estaba en la estancia listo para partir, solo estaba esperando a sus primos para despedirse. El Estaba de pie, mirando por una de las ventanas, dando la espalda al resto de la habitación, por lo cual no pudo advertir lo siguiente.

De la nada, sintió un fuerte golpe en la cabeza, lo cual lo dejó inconsciente. 


1 comentario:

  1. Me sorprende tu capacidad de escribir!
    Cada capitulo quedo mas ansiosa de ver el que sigue! :P

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