domingo, 26 de mayo de 2013

El banquete de los solitarios

-Capítulo 13-



Los dos jóvenes corrieron hasta alejarse lo suficiente de la casa, se detuvieron en un angosto callejón empedrado.
-Vámonos a San Caspiano, ¡ahora!- dijo Esteban.
-No espera, aún no puedo irme, mañana a primera hora yo me voy sola- respondió.
-Me preocupa la situación...¿¡Y que le pasó a tu rostro?!- preguntó ansioso.
-...Ah...mañana te explico todo, yo llegaré a ti. Recuerda que en una ocasión me anotaste tu dirección, mañana llegaré en la tarde.-
-Noo-
-Vamos, ¡confía en mi!, te amo y quiero estar contigo.-
-Y yo a ti...-

Esteban accedió de mala gana a retirarse antes, cada quien tomo un rumbo. Esa sería la última vez que la pareja estaría reunida.
Él regresó deprisa a la casa, recordó que habían dejado el arma homicida tirada a la mitad del recibidor. La envolvió en una cortina, y la metió como pudo en su equipaje.

Viajó durante lo que quedaba de la noche, al llegar a su pueblo sería de mañana, casi medio día.

Y fue así como llegó nervioso a su casa, escondió el hacha, para después tomar un trago en la cantina del pueblo, y ser asesinado a las puestas del lugar.

La carta dirigida a el, que había dejado su asistente en el escritorio venía de parte de Florencia, escrita días antes, para que a su regreso supiera al fin una de sus verdades ocultas. La carta decía así:

Esteban:

Cariño, por medio de esta carta te confieso mi realidad. 

Puesto que no tengo el valor de decírtelo cara a cara.
Sí después de saber mi penosa situación, no deseas saber de mi, lo entenderé.

Soy una mujer casada...pero en contra de mi voluntad.

Mis padres acordaron mi matrimonio hace dos años con un hombre algo mayor que yo, a raíz de una gran deuda que adquirió mi padre, nada inusual. 
Antes de conocerte yo vivía triste e infeliz, llegaste a mi vida como un soplo de energía, de aire fresco. No era correcto mi proceder, pero todo se dio tan rápido, y dado que estuviste de acuerdo en no hablar de nuestras vidas privadas, me deje llevar, y pensé en disfrutar el momento para después confesarte mi situación.

Si esto te ofende, lo siento.

Pero recuerda, mi amor por ti es genuino.


Florencia.

Esteban nunca supo la verdad, así hubiera entendido el porque de los golpes en el rostro de Florencia. El día anterior a su muerte mientras el enfrentaba dificultades con sus primos, Florencia fue confrontada por su esposo, pues el notó que algo en ella había cambiado, ella no admitió nada, pero el la zarandeo y golpeó fuertemente. El sospechaba que había otro hombre, le dijo que de ser así lo encontraría y lo mataría.

Por eso ella no se fugó inmediatamente con Esteban, quería hacer tiempo, despistar a su esposo haciéndole creer que se dirigía sola a otra localidad, que simplemente escapaba de él, y que no había nadie más.

El plan no salió como ella lo pensó. Mientras ella se encontraba ausente, su esposo buscó en sus pertenencias, encontrando el papel donde Esteban anotó su dirección. 

Al llegar a ella de nuevo a la casa a altas horas de la noche (esperando que se encontrara embriagado y bien dormido, encontró lo contrario, el estaba despierto, sentado en el sofá de la sala, la tomó agresivamente del brazo y la encerró en una de las habitaciones.

De inmediato partió al pueblo, llegando empezó a preguntar por Esteban Pons y su paradero. 

El fue el responsable. El hombre misterioso que asesino aquel día a Esteban.

-FIN-



2 comentarios:

  1. Que final Nazbi!!! Me has dejado con la boca abierta... no me imagine que ese seria!!

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  2. Oh, ¡Muchas Gracias!
    ¡Que bueno que el final te sorprendió. Espero que la historia haya sido de tu total agrado!

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