EVENTOS DISOCIADOS
Un hombre padre de familia, salía de su casa todos los días temprano por la mañana a trabajar. Subía a su automóvil, tomaba el mismo camino todos los días; vivía en un fraccionamiento cerrado, pasaba por la caseta, daba vuelta a la derecha y tomaba la avenida principal. En esa área nunca había demasiado tráfico, y la calle principal era bastante fluida.
Cierto día, tuvieron en casa un problema de plomería, la llave del fregadero se estropeó, así que dicho hombre, le dijo a su esposa que no se preocupara, acudiría a la ferretería que se encontraba en una plaza comercial cercana, a no más de 3 minutos en coche. La pareja se despidió, y el partió.
Al salir de su cerrada, y virar a la derecha, notó sorprendido los cuatro carriles repletos de carros, se incluyó en el tráfico.
Al mirar por el espejo retrovisor, los carros no dejaban de llegar, haciendo cada vez más largas cada una de las filas. Le pareció muy extraño ese acontecimiento, nunca había visto tantos carros juntos en esa área. Pensaba que quizá había un accidente o choque muy grande, más adelante, pero como no verlo de aquí estaba a unos 10 metros de la señal de "alto" para tomar la vía principal y llegar de inmediato a la ferretería.
La fila avanzaba lentísimo, el tenía la sensación que no avanzaba ni un solo centímetro, para colmo había olvidado su teléfono celular en la barra de la cocina, se dio cuenta de la falta del mismo al encender el vehículo en la cochera, pero no importó, regresaría "en un parpadeo".
La música que emanaba la radio, no tranquilizaba sus nervios, ¿por qué estoy atrapado en este tráfico, es irreal?, ya habían pasado más 15 minutos, asomó su cabeza y parte de su cuerpo por la ventana, si había movimiento de vehículos, lento, pero circulaban, y él seguía sin avanzar.
Pensó en bajarse, dejar el carro abandonado "estacionado" en el carril y regresar caminando a casa, pero en cualquier momento podía avanzar la línea, no podía dejar su mueble causado más caos.
Total, decidió mantenerse, y lo tomó por el lado amable, este tiempo muerto lo voy a aprovechar para meditar, y después pensar en mis pendientes (ya había apagado el motor).
...mente en blanco...
...respiración profunda...
...mente en...¡esto es una locura tengo que salir de aquí!!!
Abrió la puerta de su coche, salió desesperado, pasó entre los carros hasta llegar a la banqueta.
Se detuvo en seco. Se sintió desorientado. Está no es mi calle, se dijo, no se donde estoy.
Con una expresión petrificada en el rostro volteó al cielo, una luz en extremo brillante, acompañada de un sonido fuerte y agudo, fulminó el lugar....
Después la oscuridad.
-FIN-
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